La Causa
Gracias a la atmósfera, los rayos de sol nos ofrecen el calor necesario para vivir en la Tierra, evitando que las temperaturas muy elevadas nos abrasen y que las más frías nos impidan desarrollar nuestra vida de forma normal.
Cuando esta radiación solar atraviesa la atmósfera, y choca en la Tierra, algunos rayos rebotan y tienden a salir del planeta. Pero gracias a los llamados Gases de Efecto Invernadero (G.E.I.) como el CO2, muchos de estos rayos son retenidos, haciendo que, en general, nuestro planeta sea un lugar idóneo para la vida; la nuestra y la de los restantes seres vivos. Ello significa que estos G.E.I. en principio son beneficiosos cuando sus concentraciones son las apropiadas.
Cuando esta radiación solar atraviesa la atmósfera, y choca en la Tierra, algunos rayos rebotan y tienden a salir del planeta. Pero gracias a los llamados Gases de Efecto Invernadero (G.E.I.) como el CO2, muchos de estos rayos son retenidos, haciendo que, en general, nuestro planeta sea un lugar idóneo para la vida; la nuestra y la de los restantes seres vivos. Ello significa que estos G.E.I. en principio son beneficiosos cuando sus concentraciones son las apropiadas.
Ahora bien, la actividad humana esta modificando dichas concentraciones, al emitir excesivas cantidades de gases hace que aumente la radiación solar que absorbe la atmósfera, provocando el calentamiento global y por lo tanto el cambio del clima.
Desde hace más de 20 años los científicos vienen advirtiendo que la temperatura de nuestro planeta está aumentando debido a la actividad industrial, y que esto está causando cambios en el clima, tanto a escala local como mundial, atribuyéndolos a la acción humana con una certidumbre superior al 90 %.
Desde hace más de 20 años los científicos vienen advirtiendo que la temperatura de nuestro planeta está aumentando debido a la actividad industrial, y que esto está causando cambios en el clima, tanto a escala local como mundial, atribuyéndolos a la acción humana con una certidumbre superior al 90 %.